NOVUNQUE (VERTEBRE ROMANE) comença el seu camí amb les paraules de Laura Giordani

Presentació de Novunque (vertebre romane) a la Capella de la Sapiència de La Nau, Centre Cultural de la Universitat de València, el 18 d'Octubre de 2015:





Laura Giordani, Isabel Garcia Canet, Àngels Lence, Garikoitz Knörr i Pamela Rako foren, l'octubre passat, les veus de les diverses versions que conformen el llibre de poemes Novunque (vertebre romane) i que es va presentar en el marc de les activitats de Mostra Viva. El llibre, il·lustrat per Agnes Daroca amb la sèrie "Mujeres", compta amb traduccions al català, espanyol, gallec, èuscar i portugués realitzades per Jaume C. Pons Alorda i Lucia Pietrelli; Carlos Vitale; María Do Cebreiro i Marco Paone;  Àngels Lence i Miren Agur Meabe. A continuació podeu llegar les paraules que, Laura Giordani, va pronunciar amb motiu de la presentació del llibre a València:






“MÁS ALLÁ DE LOS MUROS SUSPENDIDOS"

Estamos ante un proyecto multilingüe con ilustraciones de Agnes Daroca. La idea del libro fue concebida después de una estancia en Roma de la autora en el otoño de 2010 y fue escrito originariamente en italiano y traducido desde el mismo alumbramiento a cinco lenguas: gallego, euskera, español, portugués y catalán.
Novunque, palabra que no existe en el diccionario, significa “da nessuna parte / in nessun luogo”: de ninguna parte, en ningún lugar. Formalmente, encarna en treinta y tres tankas. El tanka es un tipo de poesía tradicional japonesa que consta de cinco versos de 5-7-5-7-7 sílabas (onji). Hace más de 1400 años se registraron los primeros tankas y su principal utilidad era la de transmitir mensajes secretos entre amantes. Se enviaban escritos en un abanico o amarrados a una flor  o un pañuelo y eran entregados en propia mano por un mensajero… luego, se escribía un tanka en respuesta al primero. Estos poemas breves debían estar redactados de manera que los enamorados supieran a qué se hacía referencia, pero ser lo suficientemente crípticos para que el intermediario no se enterase de su contenido.
A través de los siglos, los poetas fueron escribiendo tankas que abarcaron otros temas como la naturaleza y la realidad social. Es obvio que el tanka se relaciona con el haikú, basta con observar que si a un haikú se le añaden dos versos más de siete onji —tomados como sílabas— tendremos un tanka.
Es grande el cielo
y arriba siembran mundos.
Imperturbable,
prosigue en tanta noche
el grillo berbiquí.
Este precioso tanka que habla de un grillo (el poeta) que canta imperturbable ante una humanidad que avanza y conquista el espacio, fue recitado por Octavio Paz durante su discurso de aceptación del Premio Nobel en 1990.
 En Novunque estamos ante una escritura descentrada, itinerante no sólo en sentido espacial, en cuanto a desplazamiento físico; sino que florece en seis lenguas. La poeta chilena Verónica Zondek interrogada sobre el significado de la traducción dijo que el exilio de la lengua madre le permite al lector vivir la otra lengua no como propia, sino como una ventana que lo hace consciente de la propia. Entonces, el traductor que así accedió a la otra lengua, vuelve a la suya propia transformándola en algo personal. Apropiándose de ella. Transgrediéndola de alguna manera. Eso hace que un poema traducido sea el mismo más lo otro. En definitiva es otro, va por otro camino y sólo roza el original. Habitualmente, la traducción es un acto posterior a la publicación de unos poemas, a veces pasan muchos años… ha existido un tiempo de autonomía del poema en su lengua original antes de ser traducido, un “acopio de identidad”, por decirlo de alguna manera. En Novunque – así como en libros anteriores de Begonya Pozo, está presente desde su misma concepción esa vocación descentrada con la que asoman al mundo y respiran.  Un poema es valioso, precisamente, porque logra abrir a su lector a lo desconocido; le indica nuevos senderos de pensamiento o de vivencia emocional. Sobre todo, lo descoloca frente a lo dado, lo seguro. Frente a los circuitos convencionales del sentido. De ahí en adelante, las lecturas, traducciones, interpretaciones o efectos del mismo, son independientes de la voluntad del poeta o el traductor. Afortunadamente. Y otro elemento que aparece ya en libros anteriores de Begonya Pozo es el diálogo con artistas plásticos, la co-laboración como trabajo conjunto que rebasa la mera idea de “ilustración”, abriendo un diálogo con otras artes. También está presente la voluntad de encarnar en otros soportes, por ejemplo, en ediciones cartoneras; así ocurrió con la segunda edición de su libro A contracor (Editorial Ultramarina, 2014). En definitiva, apertura para acoger la humanidad del poema, su necesidad de otros. Su vocación de palabra común, el texto poético que despliega su hospitalidad aceptando trans-formarse, convertirse en puente que une orillas ya no tan distantes. 

"Me di cuenta, después, de que, en su vulnerabilidad, el extranjero sólo podía contar con la hospitalidad que le brindase el prójimo. Igual que las palabras se benefician de la hospitalidad de la página en blanco y el pájaro, de la hospitalidad, incondicional, del cielo." [Edmond Jabés, El libro de la hospitalidad]
 Y para concluir esta breve presentación, un tanka de Novunque dedicado al poeta valenciano César Simón. Así, otro grillo se suma al canto de aquel “imperturbable” de Octavio Paz.
(A César Simón, in memoriam)
El grillo canta
la conciencia justa y
efervescente
que roe en la noche
la carne restregada.


[Novunque (vertebre romane), Colección ONCE, Amargord Ediciones, Madrid, 2015]